Celso Emilio Ferreiro (Celanova, 1912-Vigo, 1979) es considerado como una de las figuras más representativas de la poesía gallega, cuya obra se caracteriza por su compromiso con la cultura de Galicia. Entre sus obras más representativas destacan "Cartafol de poesía" (1935), obra representativa de sus primeros años; "O soño sulagado" (1954); "Longa noite de pedra" (1962), en el cual trata de recuperar el realismo social; "Viaxe ao país dos ananos” (1968) y “Terra de ningures” (1969), ambas influidas por la experiencia del exilio; “Cimiterio privado” (1973) y “Onde o mundo se chama Celanova” (1975), el último volumen de poemas publicado en vida del autor, en el que plasma la visión melancólica del paso del tiempo. Ferreiro también publicó obras en castellano, como “Antipoemas” (1972) y la biografía de Curros Enríquez (1954); así como en prosa, género en el que destacan “A frontera infinida” (1972) y “A taberna do galo” (1978). Hombre muy activo y comprometido con la cultura y la sociedad de su tiempo, trabajó en revistas como "Guieiro" y "Finisterre" y participó en la fundación de la Federación de Mocedades Galeguistas (1934), en la de la Union do Povo Galego (1963) y en la del Patronato da Cultura Galega, éste en Venezuela durante el exilio que vivió desde 1966 y donde trabajó en el gabinete del presidente Rafael Caldera. Asimismo, fue director del Aula de Cultura Gallega del Ateneo de Madrid a su regreso a España en 1973 y en 1977 fue candidato al Senado por el Partido Socialista Galego.