Los cuarenta y cinco
de Alexandre Dumas (Escritor), Pilar Ruiz Ortega (Traductor)
Narra los entresijos de la sociedad francesa del siglo XVI.
Trece años después de la sangrienta Noche de San Bartolomé, cuarenta y cinco hombres son llamados por el duque de Epernon para formar la guardia del rey, destinados a cumplir una misión que ninguno conoce a ciencia cierta. El monarca, Enrique III, que no ha podido calmar los enfrentamientos políticos y religiosos que perturban el reino de Francia, ha perdido a sus mignons más queridos y languidece de tristeza y de aburrimiento en su corte; mas no hay lugar para la calma. Los cuarenta y cinco pronto se verán involucrados en las intrigas de la corte y jugarán un importante papel en los sucesos que convulsionan el París de la época. Basada en hechos y personajes reales, Dumas narra en Los Cuarenta y cinco estos acontecimientos históricos cerrando así la trilogía de los Valois inspirada en las guerras de religión, a la que preceden La reina Margot y La dama de Monsoreau.
- Escritor
- Alexandre Dumas
- Traductor
- Pilar Ruiz Ortega
- Colección
- Básica de Bolsillo Serie Clásicos de la literatura francesa
- Materia
- Lengua y literatura, Contemporánea, Narrativa
- Idioma
-
- Castellano
- EAN
- 9788446042693
- ISBN
- 978-84-460-4269-3
- Fecha publicación
- 04-04-2016
- Páginas
- 816
- Ancho
- 12 cm
- Alto
- 18 cm
- Formato
- Rústica
Sobre Alexandre Dumas (Escritor)
Contenidos
Capítulo I: La puerta Saint-Antoine
Capítulo II: Lo que ocurría en el exterior de la puerta Saint-Antoine.
Capítulo III: Pasar revista
Capítulo IV: El balcón en Grève de S.M. el rey Enrique III
Capítulo V: El suplicio
Capítulo VI: Los dos Joyeuse
Capítulo VII: En qué La Espada del Orgulloso Caballero estuvo más acertada queEl Rosal de Amor
Capítulo VIII: Siluetas de gascón
Capítulo IX: El señor de Loignac
Capítulo X: El hombre de las corazas
Capítulo XI: Otra vez la Liga
Capítulo XII: La cámara de Su Majestad Enrique III en el Louvre.
Capítulo XIII: El dormitorio.
Capítulo XIV: La sombra de Chicot
Capítulo XV: De la dificultad que tiene un rey para encontrar buenos embajadores
Capítulo XVI: Cómo y por qué causa Chicot estaba muerto
Capítulo XVII: La serenata
Capítulo XVIII: La bolsa de Chicot
Capítulo XIX: El Priorato de los Jacobinos
Capítulo XX: Los dos amigos
Capítulo XXI: Los comensales
Capítulo XXII: El hermano Borromeo
Capítulo XXIII: La lección
Capítulo XXIV: La penitente
Capítulo XXV: La emboscada
Capítulo XXVI: Los Guisa
Capítulo XXVII: En el Louvre
Capítulo XXVIII: La revelación.
Capítulo XXIX: Dos amigos
Capítulo XXX: Sainte-Maline
Capítulo XXXI: Cómo el señor de Loignac hizo una alocución a Los Cuarenta y Cinco
Capítulo XXXII: Los señores burgueses de París
Capítulo XXXIII: El hermano Borromeo
Capítulo XXXIV: Chicot latinista
Capítulo XXXV: Los cuatro vientos
Capítulo XXXVI: Cómo Chicot continuó el viaje y lo que le sucedió
Capítulo XXXVII: Tercer día de viaje
Capítulo XXXVIII: Ernauton de Carmainges
Capítulo XXXIX: El patio de los caballos
Capítulo XL: Los siete pecados de María Magdalena
Capítulo XLI: Bel-Esbat
Capítulo XLII: La carta del señor de Mayenne
Capítulo XLIII: Cómo Dom Modesto Gorenflot bendice al rey a su paso por delante del priorato de los Jacobinos.
Capítulo XLIV: Cómo Chicot bendice al rey Luis XI por haber inventado la Posta, y cómo decide aprovecharse de esa invención.
Capítulo XLV: Cómo el rey de Navarra adivinó que Turennius quería decir Turenne, y Margota, Margot.
Capítulo XLVI: El sendero de los tres mil pasos
Capítulo XLVII: El gabinete de Margarita
Capítulo XLVIII: Glosando la traducción
Capítulo XLIX: El embajador de España
Capítulo L: Los pobres del rey de Navarra
Capítulo LI: La verdadera amante del rey de Navarra
Capítulo LII: Del asombro de Chicot al verse tan popular en la ciudad de Nérac
Capítulo LIII: El montero mayor del rey de Navarra
Capítulo LIV: Cómo se cazaba al lobo en Navarra
Capítulo LV: Cómo se comportó el rey Enrique de Navarra la primera vez que vio abrir fuego
Capítulo LVI: Lo que ocurría en el Louvre, poco más o menos al mismo tiempo que Chicot entraba en la ciudad de Nerac.
Capítulo LVII: Penacho rojo, penacho blanco.
Capítulo LVIII: La puerta se abre.
Capítulo LIX: Cómo amaba una gran dama en el año de gracia de 1586.
Capítulo LX: Cómo Sainte-Maline entró en la torrecilla y de lo que de ello resultó
Capítulo LXI: Lo que ocurría en la casa misteriosa
Capítulo LXII: El laboratorio
Capítulo LXIII: Lo que hacía en Flandes monseñor Francisco de Francia, duque d'Anjou y de Brabante, conde de Flandes.
Capítulo LXIV: Preparativos de batalla
Capítulo LXV: Monseñor
Capítulo LXVI: Franceses y Flamencos
Capítulo LXVII: Los viajeros
Capítulo LXVIII: Explicación
Capítulo LXIX: El agua
Capítulo LXX: La huida
Capítulo LXXI: Transfiguración
Capítulo LXXII: Los dos hermanos
Capítulo LXXIII: La expedición
Capítulo LXXIV: Aemilius Paulus
Capítulo LXXV: Uno de los recuerdos del duque d'Anjou
Capítulo LXXVI: Seducción
Capítulo LXXVII: El viaje
Capítulo LXXVIII: Cómo el rey Enrique III no invitó a Crillon a almorzar, y cómo Chicot se invitó solo.
Capítulo LXXIX: Cómo después de recibir las noticias del Sur, Enrique recibió las del Norte.
Capítulo LXXX: Los dos compadres
Capítulo LXXXI: El cuerno de la abundancia
Capítulo LXXXII: Lo que sucedió en el habitáculo de maese Bonhomet
Capítulo LXXXIII: El marido y el amante
Capítulo LXXXIV: Cómo Chicot comenzó a ver claro en la carta de monseñor de Guisa.
Capítulo LXXXV: El cardenal de Joyeuse
Capítulo LXXXVI: Noticias de Aurilly
Capítulo LXXXVII: Duda
Capítulo LXXXVIII: Certeza
Capítulo LXXXIX: Fatalidad
Capítulo XC: Las Hermanas Hospitalarias
Capítulo XCI: Su Alteza Monseñor el duque de Guisa
ÍNDICE
Capítulo I: La puerta Saint-Antoine
Capítulo II: Lo que ocurría en el exterior de la puerta Saint-Antoine.
Capítulo III: Pasar revista
Capítulo IV: El balcón en Grève de S.M. el rey Enrique III
Capítulo V: El suplicio
Capítulo VI: Los dos Joyeuse
Capítulo VII: En qué La Espada del Orgulloso Caballero estuvo más acertada queEl Rosal de Amor
Capítulo VIII: Siluetas de gascón
Capítulo IX: El señor de Loignac
Capítulo X: El hombre de las corazas
Capítulo XI: Otra vez la Liga
Capítulo XII: La cámara de Su Majestad Enrique III en el Louvre.
Capítulo XIII: El dormitorio.
Capítulo XIV: La sombra de Chicot
Capítulo XV: De la dificultad que tiene un rey para encontrar buenos embajadores
Capítulo XVI: Cómo y por qué causa Chicot estaba muerto
Capítulo XVII: La serenata
Capítulo XVIII: La bolsa de Chicot
Capítulo XIX: El Priorato de los Jacobinos
Capítulo XX: Los dos amigos
Capítulo XXI: Los comensales
Capítulo XXII: El hermano Borromeo
Capítulo XXIII: La lección
Capítulo XXIV: La penitente
Capítulo XXV: La emboscada
Capítulo XXVI: Los Guisa
Capítulo XXVII: En el Louvre
Capítulo XXVIII: La revelación.
Capítulo XXIX: Dos amigos
Capítulo XXX: Sainte-Maline
Capítulo XXXI: Cómo el señor de Loignac hizo una alocución a Los Cuarenta y Cinco
Capítulo XXXII: Los señores burgueses de París
Capítulo XXXIII: El hermano Borromeo
Capítulo XXXIV: Chicot latinista
Capítulo XXXV: Los cuatro vientos
Capítulo XXXVI: Cómo Chicot continuó el viaje y lo que le sucedió
Capítulo XXXVII: Tercer día de viaje
Capítulo XXXVIII: Ernauton de Carmainges
Capítulo XXXIX: El patio de los caballos
Capítulo XL: Los siete pecados de María Magdalena
Capítulo XLI: Bel-Esbat
Capítulo XLII: La carta del señor de Mayenne
Capítulo XLIII: Cómo Dom Modesto Gorenflot bendice al rey a su paso por delante del priorato de los Jacobinos.
Capítulo XLIV: Cómo Chicot bendice al rey Luis XI por haber inventado la Posta, y cómo decide aprovecharse de esa invención.
Capítulo XLV: Cómo el rey de Navarra adivinó que Turennius quería decir Turenne, y Margota, Margot.
Capítulo XLVI: El sendero de los tres mil pasos
Capítulo XLVII: El gabinete de Margarita
Capítulo XLVIII: Glosando la traducción
Capítulo XLIX: El embajador de España
Capítulo L: Los pobres del rey de Navarra
Capítulo LI: La verdadera amante del rey de Navarra
Capítulo LII: Del asombro de Chicot al verse tan popular en la ciudad de Nérac
Capítulo LIII: El montero mayor del rey de Navarra
Capítulo LIV: Cómo se cazaba al lobo en Navarra
Capítulo LV: Cómo se comportó el rey Enrique de Navarra la primera vez que vio abrir fuego
Capítulo LVI: Lo que ocurría en el Louvre, poco más o menos al mismo tiempo que Chicot entraba en la ciudad de Nerac.
Capítulo LVII: Penacho rojo, penacho blanco.
Capítulo LVIII: La puerta se abre.
Capítulo LIX: Cómo amaba una gran dama en el año de gracia de 1586.
Capítulo LX: Cómo Sainte-Maline entró en la torrecilla y de lo que de ello resultó
Capítulo LXI: Lo que ocurría en la casa misteriosa
Capítulo LXII: El laboratorio
Capítulo LXIII: Lo que hacía en Flandes monseñor Francisco de Francia, duque d'Anjou y de Brabante, conde de Flandes.
Capítulo LXIV: Preparativos de batalla
Capítulo LXV: Monseñor
Capítulo LXVI: Franceses y Flamencos
Capítulo LXVII: Los viajeros
Capítulo LXVIII: Explicación
Capítulo LXIX: El agua
Capítulo LXX: La huida
Capítulo LXXI: Transfiguración
Capítulo LXXII: Los dos hermanos
Capítulo LXXIII: La expedición
Capítulo LXXIV: Aemilius Paulus
Capítulo LXXV: Uno de los recuerdos del duque d'Anjou
Capítulo LXXVI: Seducción
Capítulo LXXVII: El viaje
Capítulo LXXVIII: Cómo el rey Enrique III no invitó a Crillon a almorzar, y cómo Chicot se invitó solo.
Capítulo LXXIX: Cómo después de recibir las noticias del Sur, Enrique recibió las del Norte.
Capítulo LXXX: Los dos compadres
Capítulo LXXXI: El cuerno de la abundancia
Capítulo LXXXII: Lo que sucedió en el habitáculo de maese Bonhomet
Capítulo LXXXIII: El marido y el amante
Capítulo LXXXIV: Cómo Chicot comenzó a ver claro en la carta de monseñor de Guisa.
Capítulo LXXXV: El cardenal de Joyeuse
Capítulo LXXXVI: Noticias de Aurilly
Capítulo LXXXVII: Duda
Capítulo LXXXVIII: Certeza
Capítulo LXXXIX: Fatalidad
Capítulo XC: Las Hermanas Hospitalarias
Capítulo XCI: Su Alteza Monseñor el duque de Guisa
ÍNDICE
Capítulo I: La puerta Saint-Antoine
Capítulo II: Lo que ocurría en el exterior de la puerta Saint-Antoine.
Capítulo III: Pasar revista
Capítulo IV: El balcón en Grève de S.M. el rey Enrique III
Capítulo V: El suplicio
Capítulo VI: Los dos Joyeuse
Capítulo VII: En qué La Espada del Orgulloso Caballero estuvo más acertada queEl Rosal de Amor
Capítulo VIII: Siluetas de gascón
Capítulo IX: El señor de Loignac
Capítulo X: El hombre de las corazas
Capítulo XI: Otra vez la Liga
Capítulo XII: La cámara de Su Majestad Enrique III en el Louvre.
Capítulo XIII: El dormitorio.
Capítulo XIV: La sombra de Chicot
Capítulo XV: De la dificultad que tiene un rey para encontrar buenos embajadores
Capítulo XVI: Cómo y por qué causa Chicot estaba muerto
Capítulo XVII: La serenata
Capítulo XVIII: La bolsa de Chicot
Capítulo XIX: El Priorato de los Jacobinos
Capítulo XX: Los dos amigos
Capítulo XXI: Los comensales
Capítulo XXII: El hermano Borromeo
Capítulo XXIII: La lección
Capítulo XXIV: La penitente
Capítulo XXV: La emboscada
Capítulo XXVI: Los Guisa
Capítulo XXVII: En el Louvre
Capítulo XXVIII: La revelación.
Capítulo XXIX: Dos amigos
Capítulo XXX: Sainte-Maline
Capítulo XXXI: Cómo el señor de Loignac hizo una alocución a Los Cuarenta y Cinco
Capítulo XXXII: Los señores burgueses de París
Capítulo XXXIII: El hermano Borromeo
Capítulo XXXIV: Chicot latinista
Capítulo XXXV: Los cuatro vientos
Capítulo XXXVI: Cómo Chicot continuó el viaje y lo que le sucedió
Capítulo XXXVII: Tercer día de viaje
Capítulo XXXVIII: Ernauton de Carmainges
Capítulo XXXIX: El patio de los caballos
Capítulo XL: Los siete pecados de María Magdalena
Capítulo XLI: Bel-Esbat
Capítulo XLII: La carta del señor de Mayenne
Capítulo XLIII: Cómo Dom Modesto Gorenflot bendice al rey a su paso por delante del priorato de los Jacobinos.
Capítulo XLIV: Cómo Chicot bendice al rey Luis XI por haber inventado la Posta, y cómo decide aprovecharse de esa invención.
Capítulo XLV: Cómo el rey de Navarra adivinó que Turennius quería decir Turenne, y Margota, Margot.
Capítulo XLVI: El sendero de los tres mil pasos
Capítulo XLVII: El gabinete de Margarita
Capítulo XLVIII: Glosando la traducción
Capítulo XLIX: El embajador de España
Capítulo L: Los pobres del rey de Navarra
Capítulo LI: La verdadera amante del rey de Navarra
Capítulo LII: Del asombro de Chicot al verse tan popular en la ciudad de Nérac
Capítulo LIII: El montero mayor del rey de Navarra
Capítulo LIV: Cómo se cazaba al lobo en Navarra
Capítulo LV: Cómo se comportó el rey Enrique de Navarra la primera vez que vio abrir fuego
Capítulo LVI: Lo que ocurría en el Louvre, poco más o menos al mismo tiempo que Chicot entraba en la ciudad de Nerac.
Capítulo LVII: Penacho rojo, penacho blanco.
Capítulo LVIII: La puerta se abre.
Capítulo LIX: Cómo amaba una gran dama en el año de gracia de 1586.
Capítulo LX: Cómo Sainte-Maline entró en la torrecilla y de lo que de ello resultó
Capítulo LXI: Lo que ocurría en la casa misteriosa
Capítulo LXII: El laboratorio
Capítulo LXIII: Lo que hacía en Flandes monseñor Francisco de Francia, duque d'Anjou y de Brabante, conde de Flandes.
Capítulo LXIV: Preparativos de batalla
Capítulo LXV: Monseñor
Capítulo LXVI: Franceses y Flamencos
Capítulo LXVII: Los viajeros
Capítulo LXVIII: Explicación
Capítulo LXIX: El agua
Capítulo LXX: La huida
Capítulo LXXI: Transfiguración
Capítulo LXXII: Los dos hermanos
Capítulo LXXIII: La expedición
Capítulo LXXIV: Aemilius Paulus
Capítulo LXXV: Uno de los recuerdos del duque d'Anjou
Capítulo LXXVI: Seducción
Capítulo LXXVII: El viaje
Capítulo LXXVIII: Cómo el rey Enrique III no invitó a Crillon a almorzar, y cómo Chicot se invitó solo.
Capítulo LXXIX: Cómo después de recibir las noticias del Sur, Enrique recibió las del Norte.
Capítulo LXXX: Los dos compadres
Capítulo LXXXI: El cuerno de la abundancia
Capítulo LXXXII: Lo que sucedió en el habitáculo de maese Bonhomet
Capítulo LXXXIII: El marido y el amante
Capítulo LXXXIV: Cómo Chicot comenzó a ver claro en la carta de monseñor de Guisa.
Capítulo LXXXV: El cardenal de Joyeuse
Capítulo LXXXVI: Noticias de Aurilly
Capítulo LXXXVII: Duda
Capítulo LXXXVIII: Certeza
Capítulo LXXXIX: Fatalidad
Capítulo XC: Las Hermanas Hospitalarias
Capítulo XCI: Su Alteza Monseñor el duque de Guisa
ÍNDICE
Capítulo I: La puerta Saint-Antoine
Capítulo II: Lo que ocurría en el exterior de la puerta Saint-Antoine.
Capítulo III: Pasar revista
Capítulo IV: El balcón en Grève de S.M. el rey Enrique III
Capítulo V: El suplicio
Capítulo VI: Los dos Joyeuse
Capítulo VII: En qué La Espada del Orgulloso Caballero estuvo más acertada queEl Rosal de Amor
Capítulo VIII: Siluetas de gascón
Capítulo IX: El señor de Loignac
Capítulo X: El hombre de las corazas
Capítulo XI: Otra vez la Liga
Capítulo XII: La cámara de Su Majestad Enrique III en el Louvre.
Capítulo XIII: El dormitorio.
Capítulo XIV: La sombra de Chicot
Capítulo XV: De la dificultad que tiene un rey para encontrar buenos embajadores
Capítulo XVI: Cómo y por qué causa Chicot estaba muerto
Capítulo XVII: La serenata
Capítulo XVIII: La bolsa de Chicot
Capítulo XIX: El Priorato de los Jacobinos
Capítulo XX: Los dos amigos
Capítulo XXI: Los comensales
Capítulo XXII: El hermano Borromeo
Capítulo XXIII: La lección
Capítulo XXIV: La penitente
Capítulo XXV: La emboscada
Capítulo XXVI: Los Guisa
Capítulo XXVII: En el Louvre
Capítulo XXVIII: La revelación.
Capítulo XXIX: Dos amigos
Capítulo XXX: Sainte-Maline
Capítulo XXXI: Cómo el señor de Loignac hizo una alocución a Los Cuarenta y Cinco
Capítulo XXXII: Los señores burgueses de París
Capítulo XXXIII: El hermano Borromeo
Capítulo XXXIV: Chicot latinista
Capítulo XXXV: Los cuatro vientos
Capítulo XXXVI: Cómo Chicot continuó el viaje y lo que le sucedió
Capítulo XXXVII: Tercer día de viaje
Capítulo XXXVIII: Ernauton de Carmainges
Capítulo XXXIX: El patio de los caballos
Capítulo XL: Los siete pecados de María Magdalena
Capítulo XLI: Bel-Esbat
Capítulo XLII: La carta del señor de Mayenne
Capítulo XLIII: Cómo Dom Modesto Gorenflot bendice al rey a su paso por delante del priorato de los Jacobinos.
Capítulo XLIV: Cómo Chicot bendice al rey Luis XI por haber inventado la Posta, y cómo decide aprovecharse de esa invención.
Capítulo XLV: Cómo el rey de Navarra adivinó que Turennius quería decir Turenne, y Margota, Margot.
Capítulo XLVI: El sendero de los tres mil pasos
Capítulo XLVII: El gabinete de Margarita
Capítulo XLVIII: Glosando la traducción
Capítulo XLIX: El embajador de España
Capítulo L: Los pobres del rey de Navarra
Capítulo LI: La verdadera amante del rey de Navarra
Capítulo LII: Del asombro de Chicot al verse tan popular en la ciudad de Nérac
Capítulo LIII: El montero mayor del rey de Navarra
Capítulo LIV: Cómo se cazaba al lobo en Navarra
Capítulo LV: Cómo se comportó el rey Enrique de Navarra la primera vez que vio abrir fuego
Capítulo LVI: Lo que ocurría en el Louvre, poco más o menos al mismo tiempo que Chicot entraba en la ciudad de Nerac.
Capítulo LVII: Penacho rojo, penacho blanco.
Capítulo LVIII: La puerta se abre.
Capítulo LIX: Cómo amaba una gran dama en el año de gracia de 1586.
Capítulo LX: Cómo Sainte-Maline entró en la torrecilla y de lo que de ello resultó
Capítulo LXI: Lo que ocurría en la casa misteriosa
Capítulo LXII: El laboratorio
Capítulo LXIII: Lo que hacía en Flandes monseñor Francisco de Francia, duque d'Anjou y de Brabante, conde de Flandes.
Capítulo LXIV: Preparativos de batalla
Capítulo LXV: Monseñor
Capítulo LXVI: Franceses y Flamencos
Capítulo LXVII: Los viajeros
Capítulo LXVIII: Explicación
Capítulo LXIX: El agua
Capítulo LXX: La huida
Capítulo LXXI: Transfiguración
Capítulo LXXII: Los dos hermanos
Capítulo LXXIII: La expedición
Capítulo LXXIV: Aemilius Paulus
Capítulo LXXV: Uno de los recuerdos del duque d'Anjou
Capítulo LXXVI: Seducción
Capítulo LXXVII: El viaje
Capítulo LXXVIII: Cómo el rey Enrique III no invitó a Crillon a almorzar, y cómo Chicot se invitó solo.
Capítulo LXXIX: Cómo después de recibir las noticias del Sur, Enrique recibió las del Norte.
Capítulo LXXX: Los dos compadres
Capítulo LXXXI: El cuerno de la abundancia
Capítulo LXXXII: Lo que sucedió en el habitáculo de maese Bonhomet
Capítulo LXXXIII: El marido y el amante
Capítulo LXXXIV: Cómo Chicot comenzó a ver claro en la carta de monseñor de Guisa.
Capítulo LXXXV: El cardenal de Joyeuse
Capítulo LXXXVI: Noticias de Aurilly
Capítulo LXXXVII: Duda
Capítulo LXXXVIII: Certeza
Capítulo LXXXIX: Fatalidad
Capítulo XC: Las Hermanas Hospitalarias
Capítulo XCI: Su Alteza Monseñor el duque de Guisa
Capítulo I: La puerta Saint-Antoine
Capítulo II: Lo que ocurría en el exterior de la puerta Saint-Antoine.
Capítulo III: Pasar revista
Capítulo IV: El balcón en Grève de S.M. el rey Enrique III
Capítulo V: El suplicio
Capítulo VI: Los dos Joyeuse
Capítulo VII: En qué La Espada del Orgulloso Caballero estuvo más acertada queEl Rosal de Amor
Capítulo VIII: Siluetas de gascón
Capítulo IX: El señor de Loignac
Capítulo X: El hombre de las corazas
Capítulo XI: Otra vez la Liga
Capítulo XII: La cámara de Su Majestad Enrique III en el Louvre.
Capítulo XIII: El dormitorio.
Capítulo XIV: La sombra de Chicot
Capítulo XV: De la dificultad que tiene un rey para encontrar buenos embajadores
Capítulo XVI: Cómo y por qué causa Chicot estaba muerto
Capítulo XVII: La serenata
Capítulo XVIII: La bolsa de Chicot
Capítulo XIX: El Priorato de los Jacobinos
Capítulo XX: Los dos amigos
Capítulo XXI: Los comensales
Capítulo XXII: El hermano Borromeo
Capítulo XXIII: La lección
Capítulo XXIV: La penitente
Capítulo XXV: La emboscada
Capítulo XXVI: Los Guisa
Capítulo XXVII: En el Louvre
Capítulo XXVIII: La revelación.
Capítulo XXIX: Dos amigos
Capítulo XXX: Sainte-Maline
Capítulo XXXI: Cómo el señor de Loignac hizo una alocución a Los Cuarenta y Cinco
Capítulo XXXII: Los señores burgueses de París
Capítulo XXXIII: El hermano Borromeo
Capítulo XXXIV: Chicot latinista
Capítulo XXXV: Los cuatro vientos
Capítulo XXXVI: Cómo Chicot continuó el viaje y lo que le sucedió
Capítulo XXXVII: Tercer día de viaje
Capítulo XXXVIII: Ernauton de Carmainges
Capítulo XXXIX: El patio de los caballos
Capítulo XL: Los siete pecados de María Magdalena
Capítulo XLI: Bel-Esbat
Capítulo XLII: La carta del señor de Mayenne
Capítulo XLIII: Cómo Dom Modesto Gorenflot bendice al rey a su paso por delante del priorato de los Jacobinos.
Capítulo XLIV: Cómo Chicot bendice al rey Luis XI por haber inventado la Posta, y cómo decide aprovecharse de esa invención.
Capítulo XLV: Cómo el rey de Navarra adivinó que Turennius quería decir Turenne, y Margota, Margot.
Capítulo XLVI: El sendero de los tres mil pasos
Capítulo XLVII: El gabinete de Margarita
Capítulo XLVIII: Glosando la traducción
Capítulo XLIX: El embajador de España
Capítulo L: Los pobres del rey de Navarra
Capítulo LI: La verdadera amante del rey de Navarra
Capítulo LII: Del asombro de Chicot al verse tan popular en la ciudad de Nérac
Capítulo LIII: El montero mayor del rey de Navarra
Capítulo LIV: Cómo se cazaba al lobo en Navarra
Capítulo LV: Cómo se comportó el rey Enrique de Navarra la primera vez que vio abrir fuego
Capítulo LVI: Lo que ocurría en el Louvre, poco más o menos al mismo tiempo que Chicot entraba en la ciudad de Nerac.
Capítulo LVII: Penacho rojo, penacho blanco.
Capítulo LVIII: La puerta se abre.
Capítulo LIX: Cómo amaba una gran dama en el año de gracia de 1586.
Capítulo LX: Cómo Sainte-Maline entró en la torrecilla y de lo que de ello resultó
Capítulo LXI: Lo que ocurría en la casa misteriosa
Capítulo LXII: El laboratorio
Capítulo LXIII: Lo que hacía en Flandes monseñor Francisco de Francia, duque d'Anjou y de Brabante, conde de Flandes.
Capítulo LXIV: Preparativos de batalla
Capítulo LXV: Monseñor
Capítulo LXVI: Franceses y Flamencos
Capítulo LXVII: Los viajeros
Capítulo LXVIII: Explicación
Capítulo LXIX: El agua
Capítulo LXX: La huida
Capítulo LXXI: Transfiguración
Capítulo LXXII: Los dos hermanos
Capítulo LXXIII: La expedición
Capítulo LXXIV: Aemilius Paulus
Capítulo LXXV: Uno de los recuerdos del duque d'Anjou
Capítulo LXXVI: Seducción
Capítulo LXXVII: El viaje
Capítulo LXXVIII: Cómo el rey Enrique III no invitó a Crillon a almorzar, y cómo Chicot se invitó solo.
Capítulo LXXIX: Cómo después de recibir las noticias del Sur, Enrique recibió las del Norte.
Capítulo LXXX: Los dos compadres
Capítulo LXXXI: El cuerno de la abundancia
Capítulo LXXXII: Lo que sucedió en el habitáculo de maese Bonhomet
Capítulo LXXXIII: El marido y el amante
Capítulo LXXXIV: Cómo Chicot comenzó a ver claro en la carta de monseñor de Guisa.
Capítulo LXXXV: El cardenal de Joyeuse
Capítulo LXXXVI: Noticias de Aurilly
Capítulo LXXXVII: Duda
Capítulo LXXXVIII: Certeza
Capítulo LXXXIX: Fatalidad
Capítulo XC: Las Hermanas Hospitalarias
Capítulo XCI: Su Alteza Monseñor el duque de Guisa